Esta es una boda de las que cuando acabas, sientes que nada podía haber ido mejor. Desde el minuto uno del gran día de Iciar & Juan, todo fue un cúmulo de momentos increíbles.
Todos sus amigos y familiares se entregaron al máximo, y ello se ve reflejado en las sonrisas de esta gran pareja.
Iciar lucía un vestido precioso y muy original de Carmen de Pablo, y Juan iba como un auténtico gentleman con esa sonrisa tan personal que le caracteriza.
Los dos me hicieron sentir como en casa, y esa cercanía y confianza con ellos, me permitió hacer este reportaje que tanto les gustó.
Sin más, os dejo con este nuevo post!